
Oklahoma City no será campeón esta temporada | Sporting News Spain
Si Oklahoma City logra consagrarse esta temporada, lo hará alcanzando un hito que ningún otro equipo campeón ha logrado en la historia de los Playoffs de la NBA: recuperarse de una derrota por 40 puntos o más. Después de dos primeros partidos en OKC que mostraron un claro dominio local, la historia dio un giro drástico este sábado, ya en Minneapolis: los Timberwolves aplastaron a su rival por 143-101 y descontaron en unas Finales de la Conferencia Oeste que ahora empiezan a subir de temperatura.
Un desafío histórico
La mayor diferencia sufrida por un futuro campeón de la NBA es de 39 puntos. Golden Shriek cayó ante Memphis por ese margen en 2022, mientras que Milwaukee hizo lo propio ante Brooklyn en 2021. Warriors y Bucks no solo reaccionaron en esos cruces, sino que luego se coronaron en las Finales, derrotando a Celtics y Suns respectivamente.
Si OKC supera esta derrota y levanta el Larry O’Brien en unas semanas, estará haciendo historia, más allá de conseguir el primer título para la ciudad (como franquicia ya fueron campeones durante sus años en Seattle).
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¿Qué salió mal para OKC?
¿Pero qué pasó exactamente para tener un partido así? Por supuesto, hubo enormes méritos de los Timberwolves, así como también una noche para olvidar por parte de los de Set up Daigneault, quienes lucieron totalmente desconocidos en ambos lados del campo de juego.
En defensa, Minnesota realizó ajustes interesantes que desequilibraron al MVP, Shai Gilgeous-Alexander. Los defensivos de los Timberwolves, con Jaden McDaniels a la cabeza, le dieron más espacio que de costumbre al canadiense, con dos objetivos: forzarlo a tomar disparos exteriores, negándole la penetración y, al mismo tiempo, evitar un contacto cuerpo a cuerpo que suele terminar en tiros libres para SGA.
El resultado de esa maniobra no pudo ser mejor: el exClippers terminó con solo 14 puntos y con más triples intentados (5) que tiros libres (4). Gilgeous-Alexander apenas anotó 4 de sus 13 disparos al aro, aunque lo de OKC fue tan malo que, incluso con una actuación así, acabó como su máximo anotador, junto al novato Ajay Mitchell (14).
Un ataque devastador
En el otro lado, Anthony Edwards marcó el ritmo desde el principio, con 16 de sus 30 puntos en el primer período. Ant ni siquiera necesitó del último cuarto para terminar el encuentro con 30 unidades, 9 rebotes, 6 asistencias y un excelente 12 de 17 de campo.
Julius Randle acompañó con 24 puntos, como parte de un ataque de Minnesota que tuvo a siete jugadores en doble dígito y que lanzó un 57% de campo contra un ataque que, hasta este sábado, venía luciendo como infranqueable en esta postemporada.